Sus tejidos buscan recuperar la práctica ancestral y revalorizar el patrimonio cultural de sus antepasados. Sus técnicas ancestrales fueron transmitidas de generación en generación y sus diseños guardan diversos significados, propios de la cultura aymara.

El Alto, febrero de 2020 (CDIMA).-  Oriunda de la comunidad Ninoca, cantón Achiri  de la Provincia Pacajes del departamento de La Paz, Hilaria Mollo, es una de las pocas artesanas de El Alto que realiza tejidos a mano con lana de oveja, alpaca y llama;  y es una verdadera artista al frente del palillo. Cada uno de sus tejidos, de lana de oveja o alpaca, es único y expresan diversos sentimientos y vivencias.

Sus destrezas y habilidades fueron heredados de sus abuelas, quienes elaboraban sus propias prendas de vestir a mano y con lana de oveja, llama o alpaca.  “Nosotras hemos recuperado la herencia que nos han dejado nuestros abuelas y ahora nos dedicamos a tejer: chompas (suéteres), chalinas (bufandas), chuspas (bolsos) donde sobresalen las figuras geométricas de animales y plantas, características de mi pueblo”, dice.

Según la tejedora de hábiles manos, sus textiles narran historias, transmiten sabiduría y definen una manera de ver el mundo, porque mantienen vivas sus tradiciones y su cultura. “Cada tejido es una historia propia”, afirma.

La sabiduría de esta mujer aymara intenta ser recuperada en las Escuelas e Formación en Artesanías y Textiles del Centro de Desarrollo Integral de la Mujer Aymara Amuyt’a (CDIMA) donde más de una treintena de mujeres se forman a nivel de técnico básico.

Según la directora ejecutiva de esta institución, Alicia Canaviri, las Escuelas de Artesanías y Textiles son espacios de formación donde las participantes fortalecen y desarrollan sus capacidades, destrezas y habilidades en la producción de artesanías y textiles recuperando valorando y promoviendo sus saberes y conocimientos para contribuir a su empoderamiento económicos a través de la creación de emprendimientos productivos comunitarios.